La obra de Antonio López Sáenz | Artes Visuales

La obra de Antonio López Sáenz | Artes Visuales

El pasado 15 de agosto murió uno de los más grandes pintores que ha dado Mazatlán, a la edad de 87 años, tras un suspiro en su casa en el Centro Histórico. Su obra ha trascendido fronteras, en la que se contempla su visión tradicional de Mazatlán, su folklore y la música de banda y el beisbol, como manifestaciones culturales propias de la región, así como el clima y la historia y la cotidianidad de la gente.

Sus personajes son característicos pues tienen un cuerpo enorme y una cabeza muy pequeña, sin rostro, con una técnica medio inflada parecida al pintor argentino Fernando Botero, pero con bastante diferencia, pues cada uno tiene sus diversas técnicas propias.

También múltiples de sus esculturas y pinturas adornan el puerto, desde la familia mazatleca, ubicada al inicio del malecón, hasta monigotes de carnaval . El año pasado, el equipo oficial de beisbol de Mazatlán, le dedicó su temporada y al rededor del estadio, así como la casaca y demás espacios, estuvieron mostrando en diversos tamaños su obra.

Esto llevó a Antonio López Sáenz a trascender, siendo un hombre universal.

A su funeral el 16 de agosto por la mañana se dieron cita los colegiados como Elmer Mendoza, pero también autoridades como el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, el alcalde de Mazatlán Edgar Zatarain y los directores de las instancias culturales municipales y estatales, así como un montón de escritores, pintores y demás artistas.

Antonio López Sáenz nace en 1936 en el puerto de Mazatlán; pintor y escultor que ha plasmado el sabor de nuestra tierra en lienzos, barro y bronce. Su tierra es la mayor fuente de inspiración y está plasmada en cada pincelada de su obra. En manos de López Sáenz las tinturas cobran forma de mujeres, hombres, barcos, mar y están llenas de vida, música de banda, béisbol y carnaval. Los cuadros de López Sáenz son postales, llenas de memoria y añoranza; el mismo ha referido que pinta con lo que ha visto desde niño: los paisajes, los estampados de los vestidos de su mamá y sus tías que se reunían por las tardes a platicar sentadas en poltronas. Los personajes en su obra no tienen rostro, así lo ha decidido López Sáenz: dejar en el anonimato a quienes viven dentro de los lienzos, conociendo él solamente a los actores verdaderos de cada obra.

Aquí les dejamos las siguientes imágenes encontradas en redes y también en el calendario “dosmildoce” editado por el Gobierno de Sinaloa en conjunto con diversas instituciones a finales del 2021.