Oda a la tortilla, por Diego Garrido

Oda a la tortilla, por Diego Garrido

Sobre los caminos de acero las máquinas nos forjan. Con cal y agua nuestro origen mezclan, y entre las llamas nos tuestan. En el molino nos trituran, en una masa nos figuran. Los rodillos nos machacan, nos planchan, como lunas llenas por las cintas nos sacan. Las artesanas en torres nos apilan, como paquetes nos pesan. En una manta nos juntan, nos vendan, y estamos listas para que nos vendan. De miles de
milpas nuestras almas cosechan, pero con sus manos nuestros lazos estrechan.

Somos las tortillas, que del maíz despiertan.

Las personas nos buscan, nos compran, nos cargan. Y del velo a una nos roban, pues sus tripas ya no aguantan. Con el comal nos calientan, nos voltean, nos agrietan. A veces nos queman, y de lunares nos marcan. En la mesa nos sientan, sus platillos nos esperan. Mientras platican nos enrollan y mastican. Nos saborean, nos devoran, como ruda herramienta nos manejan, y sus platos sin restos dejan. Después de comer toman a las que sobran, en el refri nos encierran. Y si mucho tiempo nos abandonan, los hongos nos enferman.

Somos las tortillas, que el hambre espantan.

Las taquerías nos apartan, nuestra presencia imploran: sin nosotras se desploman. Y si la jornada terminan y algunas les quedan, a los perros nos lanzan. En las taquizas nos veneran, gracias a nosotras los eventos se celebran. Sabrosos guisos nos ensartan, con diversas salsas nos inundan, otros alimentos nos secundan. Y si a los invitados no limitan, con cuatro o cinco tacos se atascan.

Somos las tortillas, que en la cocina mandan.

Cual nahual nuestras formas se deforman: nos tateman, nos doran, nos cortan… Para la sopa en tiras nos rebanan, y bajo el caldo de tomates nos ahogan. En una canasta nos pasean, y las pieles nos sudan. Con pollo nos rellenan, de aceite nos bañan, y flautas nos llaman. En chicharrón nos prensan, con camarón nos marean, y al pastor nos adoban. Nos enfrijolan, nos enmolan, en antojitos nos adoran. Como totopos nos triangulan, a modo de tostadas nos circulan, infinitos métodos nos calculan. En chilaquiles nos desayunan, de enchiladas nos almuerzan, y con las sobras nos usan y crean lo que cenan.

Somos las tortillas, que a todos les encantan.

Las voces de los pueblos nos alaban, nuestra virtud ensalzan, las palabras no les alcanzan. Con muchos títulos nos condecoran, de dioses no nos bajan. Si en otros lados andan nos añoran, juran que por nada nos cambian. Nuestras primas trigueñas en el norte dominan, otras recetas encabezan. Tantos triunfos de las fronteras se escapan, los extranjeros se impactan, los turistas nos aman. Ciertas impostoras se ensamblan, se promocionan, y en las tiendas las ignoran: por más que lo intentan, jamás se nos comparan.

Siempre seremos las tortillas, quienes por México cantan.

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Diego Garrido

Estudié la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en la ciudad de Mazatlán (2020-2024). Presté mi servicio social en el Centro de Innovación Cultural (marzo-septiembre 2024), como Guía Educativo.

Realicé mis prácticas profesionales en la estación de radio Vibra Radio 99.5 FM (febrero-mayo 2024), en el departamento de Comunicación Organizacional. Cursé un semestre de intercambio internacional (marzo-julio 2023) en la Universidad Nacional de Cuyo, ubicada en la ciudad de Mendoza, Argentina.

Participé en el Taller de Periodismo Literario (diciembre 2020), organizado por la institución Inefable Colectivo. Atendí durante un semestre el Taller de Teatro (2018-2019) organizado por el Centro Municipal de Artes.

Cursé los estudios de la preparatoria (2016-2019) en el Instituto Cultural de Occidente. Durante este periodo, asistí al curso Cine y Literatura en Tu Escuela (2017-2018), impartido por los profesores Edén Martínez y Fernando Alarriba.