La danza de los estúpidos, por A. González E. (Chile)
“Todo acto humano, norma o institución
deben ser juzgados según la utilidad que tiene,
esto es,
según el placer o sufrimiento
que producen en las personas”
(Jeremy Bentham)
Que dolor
dios de los estúpidos
que sufrimiento eterno
me causa el Hades
al cual me condenaste:
el tufo de tu hijo incestuoso
el amparo de su palabra torcida
******
Al principio era el verbo
apenas balbuceo
y el verbo era con el dios necio
y el verbo se hizo carne
destino de pudrición
******
El barro de la estulticia
aceptó el soplo del dios necio
el sesgo de la costilla
separada del origen
******
¡Que necedad!
Ahora pago con usura
la consecuencia
******
Moldeada fue la manzana
y cogida fue como tal
y vomitada
por no saber la carne
qué hacer con ella
******
El hijo mató al hijo
no sé cuál de ellos proliferó
no sé cuál es ahora
mi hermano
******
¡Qué sufrimiento dios de los estúpidos!
generación tras generación
creciendo en poder y fama
flores de miel
frutos del mismísimo infierno
******
Qué ingente esfuerzo malgastado en comprender
en intentar enseñar algo
subiendo montañas de arrogante rispidez
hundiéndome en mares vacíos
como el caos que se actualiza con obsesión
******
Me carcajeo ante el esfuerzo
tres veces vano
estúpido en sí mismo
malvado
por repetición
******
Alejandro González Espinoza (Yungay, Chile). Profesor. Magister en Familia. Radicado en Yungay, Chile. Ha escrito los poemarios “Hijos” y “De amor y de muerte” (Ed. Bukowski); “Copulo ergo sum” (Ed. La Equilibrista. España); “Poesía trastornada” (Ed. MedinaLiber). Finalista y mención honrosa en distintos concursos a nivel latinoamericano. Colaborador con una cuarentena de revistas y medios especializados de 12 países en Latinoamérica, Europa y EE.UU. Participante en antologías de cuento y poesía latinoamericanas. Ha sido traducido al francés, inglés y eslovaco.