Poesía Mexicana Joven | Poemas de Arely Jiménez (Aguascalientes, 1992)

DIEZ DE MAYO

se levanta entre gritos y viste al niño
con el disfraz que confeccionó la noche anterior
lo deja en la escuela
regresa y duerme un poco
desayuna un pan con café
en el refrigerador brillan la gelatina
y el pastel que ha comprado para esa noche
no los toca    aunque tenga antojo
se maquilla
desde la última fiesta a la que fue invitada
no ponía ese empeño en acicalar su rostro
con polvos y cremas
se prueba aquel conjunto de seda
no, se ve muy gorda
prefiere llevar un vestido discreto
se pone los tacones luego de limpiarles el polvo
le incomoda el aspecto a raíces
que tienen sus dedos con ampollas
regresa a la escuela
en la entrada le ponen una flor blanca
o una paloma blanca de cartulina
pegada a un seguro
siempre blanco
si no es blanco
es un rosa pálido
un amarillo pálido
las bancas están acomodadas en el patio principal
durante unas horas niños bailan
y olvidan pasos, la música falla
o se escucha ronca y vieja
mientras come dos bolas de nieve
y una rebanada de pastel seco
que le han regalado por ser hoy
de algún modo

guarda un poco para el niño.

NOS DESCONOCEN
Hay la anciana que roba flores
para dejarlas en la tumba de su esposo,
la mujer que tiene hijos
para amarrar hombres,
el niño que patea a la abuela
porque no le da un dulce,

la mujer infiel al marido amoroso,
el hijo alcohólico que golpea al padre senil.
Hay el chico que le enseñó braille
a una niña y le regaló un libro
que su madre vendería,
el enfermo que cuidó
de otros y murió olvidado.
Quizá, desde sus aposentos,
toda la maldad y todo el bien
nos desconocen.

Arely Jiménez (Aguascalientes, 1992). Es poeta, fminista y paciente renal. Ha publicado libros de poesía como Madre Piedra y otros poemas (UAA, 2019), La noche es otra sombra, Metamorfosis de la O (Sangre Ediciones, 2020) y SiRenal (Arde Editorial Chihuahua, 2023). En el 2021 obtuvo Mención Honorifica en el 39° Premio Nacional de Literatura Joven «Salvador Gallardo Dávalos», en el área de narrativa con su libro «Los árboles no son tan altos de noche».